El texto del manifiesto es el siguiente:
"Uno de los asuntos más graves relacionados con la igualdad de mujeres y
hombres es la violencia contra éstas. Se considera violencia contra las mujeres: «Todo
acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener
como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así
como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad,
tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada» Esta definición está
recogida en la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer
(A/RES/48/104), aprobada el 20 de diciembre de 1993 por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, que contiene, además, una formulación clara de los derechos que los
países deben aplicar para eliminar esa violencia.
El Dictamen del Comité de las Regiones de 7 de octubre de 2009, sobre “Las
actuaciones prioritarias de los entes locales y regionales para prevenir la violencia
hacia las mujeres y mejorar la atención a las víctimas”, indica que estamos ante un
problema de carácter universal. Esta lacra social afecta a todas las culturas, desde
Oriente a Occidente. La Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrado en Pekín en
septiembre de 1995 afirmó que la violencia contra la mujer es el crimen más encubierto
y más numeroso del mundo: “ La violencia hacia las mujeres es una manifestación de
las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres, que han
conducido a la dominación masculina, a la discriminación contra las mujeres por parte
de los hombres y a impedir su pleno desarrollo (….)”.
Los Entes locales y Regionales de los 27 Estados miembros de la Unión
Europea, por ser los más próximos a la ciudadanía, cuentan con un texto de
recomendaciones dirigidas a la eliminación de la violencia de género. Sólo un objetivo
común dirigido a través de la unión de las fuerzas y aportaciones de cada uno puede
llegar a conseguirlo.
El 17 de diciembre de 1999, a través de la resolución 54/134, la Asamblea
General de Naciones Unidas declaro el 25 de noviembre como el Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, e invita a los gobiernos, las
organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales a que
organicen en ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública sobre la
violencia contra las mujeres, la vulneración de los derechos humanos más extendida y la
mayor discriminación y atentado al derecho a la igualdad de las mujeres.
En este momento existe consenso en que para la erradicación de la violencia de
género es preciso insistir en la igualdad entre hombres y mujeres como un tema
fundamental de derechos humanos y de principios democráticos y, desde luego, de
educación, que constituye una condición previa, indispensable, para que las mujeres
ejerzan de un modo pleno y efectivo su derecho a la ciudadanía.
Al mismo tiempo que es imprescindible concienciar a la ciudadanía del atentado
contra los derechos humanos que supone la violencia contra las mujeres, con el fin de
que toda la sociedad / el conjunto de la ciudadanía haga suya la lucha contra las
agresiones que sufren las mujeres por el solo hecho de ser mujer.
Un año más estamos aquí para visibilizar y denunciar la violencia contra las
mujeres. No sólo los asesinatos habidos este año, sino también a las y los 800.000
menores que en este país viven en un entorno violento, las cerca de 50.000 mujeres con
orden de protección judicial frente a sus agresores, las mujeres con discapacidad que
sufren malos tratos físicos y psicológicos y no pueden denunciarlos porque son
dependientes de su propio maltratador, así como a todas aquellas cuyo número
desconocemos que optan por el suicidio como salida.
El 25 de Noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia
contra las Mujeres, entendemos que no debe de ser un día sólo para el análisis
estadístico de la violencia ejercida contra las mujeres, debe de ser un día en el que se
ponga al descubierto, ante los ojos del mundo, la auténtica cara de esta LACRA
SOCIAL QUE NO CESA.
La violencia ejercida hacia las mujeres, tiene múltiples manifestaciones:
Asesinatos, explotación, maltrato, abusos sexuales, acoso sexual, mutilación genital,
tráfico de mujeres y niñas, prostitución, vejaciones, violencia económica, etc.
La violencia contra las mujeres tiene como objetivo dominarlas a través de
ataques a su integridad física, psíquica y sexual.
La violencia de género altera las vidas de las mujeres y socava la confianza en
ellas mismas, anulando la autoestima, destruyendo la salud y negándoles los derechos
fundamentales, entre ellos, y como última consecuencia, el derecho a la vida.
La violencia contra las mujeres sigue manteniéndose en una sociedad construida
sobre principios de desigualdad que se manifiestan abiertamente en múltiples formas.
Nosotras y nosotros seguimos estando dispuestas y dispuestos a acabar con la
impunidad y la complicidad hacia los violentos.
Dispuestas y dispuestos a conquistar la visibilidad, a erradicar la sumisión y
afirmarnos como seres iguales.
Dispuestas y dispuestos a responder contundentemente contra las injusticias, a
que las diferencias de género no supongan diferencias de derechos, a generar personas
capaces de dialogar.
Dispuestas y dispuestos a mantener relaciones personales donde se suprima
cualquier manifestación de violencia en nuestras vidas para siempre.
Por eso decimos:
NO más muertes.
NO más dolor.
NO basta con lamentarse.
NO basta con sentir pena.
NO toleraremos que el agresor se sienta impune para actuar. Ante la Violencia de
Género tolerancia social cero.
NO admitimos expresiones machistas en declaraciones o en discursos políticos.
NO aceptamos la apología machista en los medios de comunicación, ni el uso sexista de
la imagen de las mujeres en la publicidad.
NO consentimos cerrar los ojos ante la violencia de género.
SI reconocemos el coraje y la voluntad de aquellas mujeres que, pese a las dificultades,
se levantan contra su agresor y lo llevan ante la Justicia.
SI queremos vuestra solidaridad.
SI queremos vuestra denuncia pública
SI queremos oír vuestras voces de denuncia.
SI queremos una educación igualitaria entre y mujeres y hombres.
SI exigimos más eficacia en las medidas de protección.
SI queremos contundencia en la aplicación de las normas.
SI exigimos un sistema legislativo más eficaz en la lucha contra la Violencia de Género.
Porque la Violencia de Género sólo terminará cuando hayan desaparecido de las mentes
y de los corazones del conjunto de la sociedad, las mentiras y los mitos que
históricamente han defendido la superioridad de los hombres a costa de la vida de las
mujeres, de sus ideas, de sus sueños, de su inteligencia y de su libertad.
Y como decía Clara Campoamor: “He acusado las injusticias porque no quiero que mi
silencio las absuelva”.
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