Al tiempo que denuncian
- que la toleración y aceptación social hacia las prácticas masculinas de compra de servicios sexuales, equivale a fortalecer los privilegios masculinos y, por tanto, a ratificar modelos y relaciones desiguales entre hombres y mujeres
- que la prostitución, en todos los casos o circunstancias, representa una forma extrema de explotación y de violencia contra las mujeres
- que la prostitución, en todos los casos o circunstancias, representa una forma extrema de explotación y de violencia contra las mujeres
- que constituye un negocio cada vez más rentable y en expansión
- que los puteros provocan con su demanda la existencia de un mercado organizado de mujeres y niñas para su utilización como objetos sexuales
Instan a
- reforzar las políticas de igualdad de oportunidades y de lucha contra al violencia hacia las mujeres
- establecer políticas específicas de integración e inserción y de protección y acogimiento de las mujeres traficadas
- elaborar un código ético que disuada a los medios de comunicación de publicitar el consumo sexual de las mujeres
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